Al pintar con la comida, hacemos con los pequeños un gran trabajo de descontextualización: sacamos la comida de su contexto y función habituales, para emplearlas en nuestras clases de plástica, con técnicas como la estampación y la frotación, entre otras.
Hablan de este uso de la comida en las aulas las autoras Cristina Cardo y Berta Vila, en su libro Material Sensorial (0-3 años) de la editorial Graó, con afirmaciones como: "es tan válido alimentar el estómago como el cerebro...".
Curiosidad: ojo con cómo dibuja el chaval con unos sobrecitos de ketchup y un puñado de patatas fritas...
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